El otro día pillé en la tele el final de El Gran Dictador. Tengo que admitir que, en mi vergonzosa ignorancia, me sorprendió mucho oír a Chaplin. Y joder que si habla.
Éste es el discurso final de la peli:
Éste es el discurso final de la peli:
Ésta es su transcripción (resumida y extraída de aquí):
En fin, ah, la pasión... que tanto puede alentar el alma de los desesperados, mostrándoles el camino hacia el corage, como enfervorecer y cegar el raciocinio de los contagiados por ella...
En cualquier caso, pensé que quizás esas palabras han recuperado actualidad (si es que alguna vez la perdieron): nos hemos de ayudar los unos a los otros... hemos progresado muy deprisa pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos... el odio de los hombres pasará... Eiiiiimen, brother, eiiimen.
Sin más.
"Nos hemos de ayudar los unos a los otros, los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar nadie. En este mundo hay sitio para todo el mundo (...) El camino de la vida puede ser libre y bonito, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia la miseria y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos: el maquinismo que crea abundancia nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos, nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco. Más que máquinas, necesitamos humanidad, más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades, la vida será violenta, se perderá todo. (...) La desgracia que padecemos no es nada más que la pasajera codicia y la amargura de los hombres que tienen miedo de seguir el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará y caerán los dictadores y el poder que tomaron al pueblo será reintegrado al pueblo y así, mientras el hombre exista, la libertad no desaparecerá."Me choca el contraste entre la timidez del principio y el entusiasmo progresivo que va impregnando a su discurso, hasta llegar a una exaltación muy pasional. Con ese montaje que muestra a una masa enloquecida aplaudiendo y, sobre todo, viendo su expresión al terminar de hablar, no me queda muy claro si Chaplin pretende introducir un punto de ironía o sólo reforzar el mensaje esperanzador.
En fin, ah, la pasión... que tanto puede alentar el alma de los desesperados, mostrándoles el camino hacia el corage, como enfervorecer y cegar el raciocinio de los contagiados por ella...
En cualquier caso, pensé que quizás esas palabras han recuperado actualidad (si es que alguna vez la perdieron): nos hemos de ayudar los unos a los otros... hemos progresado muy deprisa pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos... el odio de los hombres pasará... Eiiiiimen, brother, eiiimen.
Sin más.