miércoles, 18 de enero de 2012

Reflexiones sobre el binomio realidad/fantasía. Parte II.

Breve y ajena reflexión, en este caso, la que ofrezco como continuación de aquella Parte I.

Si hay una obra que ofrece en bandeja la posibilidad de diseccionar estas cuestiones (entre otras muchas), sin duda esa obra es la Alicia de Carroll.

Pero a lo que vamos. Acabo de leer estas palabras:
"Al final de El país de las maravillas, la hermana de Alicia sueña con una Alicia futura que cuenta la historia de su sueño fantástico a sus hijos, y al final del Espejo, Alicia le pregunta a su gatita: “¿Quién fue el que soñó todo esto?... Debo haber sido yo o el Rey Rojo, sabes, Kitty. El era parte de mi sueño, por supuesto, ¡pero yo también era parte del suyo!” Este laberinto sin salida da forma a la maravillosa fábula de Borges Las ruinas circulares y, desde entonces, al concepto central de las películas de la serie Matrix y, más recientemente, a El origen de Christopher Nolan. Es este énfasis en la realidad de la vida onírica y lo absurdo de las convenciones, combinado con la modernidad de sus métodos, lo que ha hecho de la niña de los sueños de Carrroll el vehículo de tantos sueños activos de artistas como Sigmar Polke, Robert Smithson y Adrian Piper, cuyas interpretaciones dan a Alicia un color psicodélico y oculto."
Aquí el artículo completo, de Marina Warner.

Como vemos, hay más niños que se preguntan acerca de si sueñan o si son soñados...

Al hilo de esto, qué libro más estupendo descubrí el otro día (también en Traficantes, como cuando me encontré con Pennac): Soñadores, editado por Takatuka. No diré nada, sólo enseñar:

- Una imagen del libro:
- La canción de Albert Pla (en catalán) que constituye su texto:


No hay comentarios:

Publicar un comentario