jueves, 23 de agosto de 2012

La Educación Prohibida

"La educación no termina nunca."
 
Así es. Nunca, nunca, nunca. Y a mí es un tema que cada vez me atrapa más. Y después de ver este documental, ni te cuento.
 
La Educación Prohibida es un proyecto financiado de forma colectiva, que pretende dar unas vueltas a la forma de entender la educación, poner sobre la mesa ciertas cuestiones que deberían revisarse y visibilizar propuestas alternativas.

La investigación incluye más de 90 entrevistas y 45 experiencias educativas en 8 países.
La película intercala una historia de ficción con extractos de las entrevistas realizadas, fragmentos expositivos con ilustraciones y citas. Tiene licencia abierta, y se alienta su difusión libre y gratuita.
 
Éste es el trailer:

 

¿Que si tiene un punto de utopía? Sí, claro. Pero... ¿qué es la utopía? Según Galeano, un buen punto hacia el que ir caminando, algo que nos mantiene en movimiento. Y, de todas formas, al final lo que la peli reivindica es la LEGITIMACIÓN DE LA ALTERNATIVA. Algo tremendamente importante en todos los ámbitos de la vida. Validar otras propuestas. "No hay que obligar la libertad, pero sí hay que habilitar espacios para ella, de manera que sea legítima." En el documental se dice expresamente que NO HAY UNA EDUCACIÓN PERFECTA, pero que "necesitamos que sus ideas y prácticas salgan a la luz" para poder "construir un nuevo paradigma educativo".
Desde que la vi, he estado intentando dar forma al popurrí de ideas que se apelotonan en mi cabeza, y ahora intentaré exponerlas de la manera más clara posible. Es un repaso del docu que no pretende ser exhaustivo, ni sistemático; sino sólo plantear los puntos más interesantes (los que yo he considerado como tal, se entiende). Es una peli rica: 2 horas largas de metraje dan para mucho. Estoy segura de que lo que yo he entresacado puede diferir de lo que extraiga otro. Así que, sobre todo, lo que recomiendo es verla.

COSAS A LAS QUE HABRÍA QUE DAR UN PAR DE VUELTAS:

·      El aburrimiento: aniquilando la capacidad de aprender. Hay una escena reincidente en la peli: un recorrido por los pupitres de un aula mostrando a unos niños a cual más turrado y adormilado, hasta detenerse en un rostro de la primera fila que abre los ojos y mira fijamente a cámara...
No siempre ha sido mi caso, pero... ¿cuántas veces habré experimentado esa sensación de profundo aburrimiento en el colegio y, sobre todo, en la uni? Muchas, muchas veces. Lo peor es que llegué a aceptarlo como algo connatural al hecho de estar en clase. Eso es muy triste. Darme cuenta, finalmente, de lo absurdo de ello acabó por generarme un cabreo monumental. Me gustó que el docu diera tanta importancia a este asunto.
 
Interesante también cómo plantea que, en realidad, no es necesario forzar el aprendizaje porque "no es mérito del ser humano aprender. No se puede no aprender". El ser humano nace con esa capacidad. Pero nos las arreglamos para extirparla. ¿Cuántas personas terminan su educación obligatoria aborreciendo el estudio y el aprendizaje? ¿Y cómo podemos ser tan burros de considerarlo algo normal?

·      ¡Lo que hay que saber! ¿Quién decide lo que tenemos o no tenemos que aprender a lo largo de nuestra escolarización? ¿Por qué he estudiado esas materias y no otras? ¿Por qué he estudiado materias, en realidad? ¿Dónde quedaron las aptitudes, las habilidades? Entender que el sistema educativo en el que me he formado ha dado preeminencia a los conocimientos teóricos sobre el desarrollo de competencias y el fomento de la creatividad no supone mucho esfuerzo. Tampoco resulta muy chocante constatar que determinadas áreas del saber han sido favorecidas en detrimento de otras. Lo verdaderamente sorprendente es darse cuenta de que esa circunstancia no es un decreto divino inamovible. Que podemos (que debemos, de hecho) plantearnos si queremos aprender otras cosas. Que debemos preguntarnos por las personas que están detrás del diseño del currículo, y cuestionar su obligatoriedad. Un currículo que está tan desvinculado de la realidad, que queda desfasado con tanta rapidez, que se centra en un conocimiento parcializado... en fin, suena definitivamente mejorable.
 
·      Todos iguales. Llevé uniforme al colegio hasta que tuve 16 años. Nunca me preocupó mucho llevar la misma falda y el mismo jersey que mis compañeras, y le encontraba ventajas al hecho de tener decidido de antemano el atuendo que llevar puesto cada día. En cambio, me mosqueé cuando nos impusieron un chándal "reglamentario" para las clases de educación física. Cuando nos dijeron que llevar diademas llamativas o abrigos rojos no era "adecuado". Recuerdo que una amiga fue una vez a clase con una camiseta de Petronor en vez de con la camisa o el niki clásico. Tuvo llamada de atención, como era previsible. Y eso que era una camiseta blanca. Nos reímos de su indignación. "Pero tía, ¿cómo se te ocurre?", le dijimos. ¿Cómo se le ocurrió desentonar así, pordiossss? En fin, he oído tantas veces el clásico argumento pro-uniforme escolar que lo erige como un instrumento de eliminación de diferencias sociales que me han sangrado los oídos. No me lo trago. Primero, porque la faldita gris y el niki blanco son incapaces de camuflar la realidad. Segundo, porque me parece muy triste atajar el problema mediante una norma de vestuario.
Al final, el uniforme escolar es sólo eso, una manera de uniformar al alumnado. Claro que no es la única, ni la peor. La homogeneización dentro del grupo se lleva a cabo por medios más sutiles y más efectivos: la estricta separación por edades y, sobre todo, la determinación de un mismo tipo de conocimientos y un mismo ritmo de progreso para todos. En esa obsesión por estandarizarnos y que nadie se salga de los parámetros establecidos (que nadie sea demasiado hablador o demasiado poco, demasiado sociable o demasiado solitario, demasiado listo o demasiado tonto), ¿no será frecuente confundir las desviaciones naturales de la media con enfermedades, con conductas indeseables, con "problemas"?
 
·      Esto es lo que vales. Las notas. La pesadilla de Zipi y Zape y tantos chavales con peinados menos extravagantes. La medida del logro del alumno, la regla para evaluar el complimiento de los objetivos. La ETIQUETA que te dice quién eres. Pretencioso, ¿no?, teniendo en cuenta los criterios tan limitados en base a los cuales se juzga. Hipócrita, también, porque se erige como paradigma de la objetividad, cuando sabemos que la valoración depende de factores tan subjetivos (entre otros, los relativos a la persona que la realiza). Alarmante.

·      ¡Fiiiiiiiiiirmes! Horarios estrictos, timbres, reglas que hay cumplir, el ADULTO QUE SABE frente al niño que necesita todo el tiempo que le ordenen, que le digan lo que le conviene y lo que tiene que hacer. Todo ello conduce al encorsetamiento, al control social, a la aniquilación de la creatividad. El docu plantea una elocuente pregunta:  ¿Por qué reprimir la espontaneidad del niño y la rebeldía del joven, si son su manera de expresar "sus necesidades humanas internas buscando desarrollarse"?
 

·      "Nadie educa para la paz". Qué verdad tan desoladora... Y uno de los puntos más difíciles de admitir. Podemos alegar, convencidísimos, que en los colegios y las universidades se nos habla de valores. A mí desde luego me dijeron que debía ser generosa, buena, caritativa, no envidiosa, valiente. El problema, claro, es que en el fondo el mensaje que se me grabó a fuego fue el de sacar codos y llegar la primera. No culpabilizo a nadie en concreto, estoy segura de que el discurso personal de muchos profes y de mucha gente con la que me he topado iba en otra línea; pero la realidad es que tanto la sociedad en general como el sistema educativo en particular se preocuparon por infundirme la idea de COMPETITIVIDAD. Y por convencerme de que era algo bueno. No lo es. No tiene nada que ver con la superación y el crecimiento. Crea presión, desasosiego, desconfianza y angustia. Nos enemista y nos aleja. No nos hace mejores, ni mucho menos felices. Bajo el espejismo del esfuerzo y la persecución del éxito, hace que nos destruyamos entre nosotros y a nosotros mismos.
 

·      Parking de niños. Los padres no tienen tiempo. Los padres tienen que trabajar, que encargarse de cosas importantes. Menos mal que existen guarderías y escuelas y multitud de opciones extraescolares para tener a los niños vigilados y ocupados. Y menos mal que hay abuelos para los meses de verano, y/o cursos de idiomas, campamentos... Menos mal. ¿Cómo si no iba uno a arreglárselas? Imagínate, ¡colgado con un hijo todo el día!
"Es triste que apartemos a los niños", dicen en la peli. "Separar tan pronto a los niños de sus padres es absurdo", dicen. Y también que "criar a un niño es un regalo".  Que "es hermoso criar a un hijo, por todo lo misterioso, porque la oportunidad para crecer es inmensa".
La verdad, estoy por creerles.

·      "El peso de la expectativas ajenas". ¿Qué se quiere de mí? ¿Que tenga un título determinado? ¿Que sea de una determinada manera? ¿Y quién lo quiere? ¿Importa lo que yo quiero? ¿Y cómo puedo saber qué es lo que quiero? ¿Cómo puedo saber quién soy? Me encanta una escena de la historia de ficción del docu. Hay dos profesores hablando con una alumna, convenciéndola de que tiene que esforzarse, porque, ¿acaso no quiere ser alguien en la vida? A lo que ella responde, escandalizada: "¡¡¡Es que yo ya soy alguien en la vida!!!". Pues eso.
 

·      El MIEDO como barrera. En fin, el archiconocido mecanismo de control que impide que salgamos del paradigma. Que planteemos las cosas de otro modo. Que nos atrevamos al cambio. Quizás si sacáramos la cabecita fuera del marco de ese paradigma, veríamos que no nos pasa absolutamente nada. Nada malo, al menos. A lo mejor sí que pasan cosas, cosas que asustan un poco pero que no hacen daño, sino que nos ayudan a crecer, a ser mejores personas. ¡A ser más felices! A lo mejor.

·      El absurdo por inercia. Vamos, que teniendo en cuenta todo lo anterior, parece interesante comenzar a cuestionarse el status quo. Dejar de hacer las cosas porque, fíjate tú, así es como se han hecho siempre. ¿No?

LO QUE MÁS IMPORTA:

·      El AMOR. Es algo que me ha gustado mucho. Toda la peli es un alegato a favor del amor. Me ha parecido brutal y escandaloso. Aham, escandaloso.
Efectivamente, porque el amor no vale una mierda. Está muy bien para aderezar las fantasías románticas de las niñas. Es incluso aceptable que lo demuestre una madre. Pero, por lo demás, es algo denostado por la sociedad, considerado incluso vergonzoso. El éxito se mide por otros parámetros. Una persona seria, una persona importante, no puede hablar de amor, y mucho menos hacer patente su necesidad de amar y ser amada, por encima de cualquier otra necesidad. No puede, porque entonces ya no sería ni seria ni importante.
Hemos relegado el amor a un ámbito doméstico, discreto, secreto. Y esta peli quiere sacarlo, exhibirlo, ponerlo en primer lugar. Así de obsceno. Así de contundente. Así de necesario.
"Sólo hay un adulto equilibrado cuando de pequeño siente que le han tenido cariño, que le han tenido paciencia." ¡Cómo me recuerda esto a Max y a sus monstruos!

·      La FELICIDAD. Otra perogrullada que no es tal. Totalmente en la línea de lo anterior, un entrevistado dice: "Intentar que las personas sean felices es la idea más revolucionaria que existe."

·      La CREATIVIDAD y la IMAGINACIÓN. "Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas." Esto lo dijo Paulo Freire y es una cita del docu. También se insiste en que el aprendizaje debe estar fundado en el interés, la voluntad y la curiosidad. En la idea del juego y lo lúdico frente al tedio. En contemplar el error y la equivocación no como un fracaso, sino como parte del proceso de aprendizaje. ¿Ya sabéis quién se emperró también en transmitir esto mismo?
 

·      La DIVERSIDAD. Es que somos diferentes. De hecho, se podría que somos iguales en el hecho de que todos somos diferentes. Me siento agradecida por este hecho, lo veo como algo muy enriquecedor. Y me parece muy sabia la actitud de reconocer nuestra diversidad y preservarla. Es la única manera de fomentar el verdadero respeto, la empatía que nos acercará a todas las realidades que nos son ajenas y que nos irá completando. Y también la única manera de construirnos con autenticidad, con garantías de que cada uno de nosotros será también respetado en su unicidad. Por eso veo tan importante abandonar las pretensiones de homogeneización en la educación de las que hablaba antes.

·      La LIBERTAD. Me gusta cómo plantean en la peli la cuestión del orden ante la falta de autoridad. Otro argumento que he escuchado hasta la saciedad tira del miedo al desorden y el caos. Es una respuesta bastante inmediata: uno plantea la posibilidad de romper jerarquías, otorgar libertades, anular autoridades... y enseguida otro salta dibujando un escenario poco menos que apocalíptico. En realidad, es una actitud comprensible. Pero fundada en la desinformación (y sí, en el eficaz control social ejercido por el miedo). Algunas intervenciones del docu comentan que en experiencias educativas en las que no rige el control y la autoridad, los niños son perfectamente capaces de respetarse. Entienden que su libertad termina allá donde empiezan a molestar a otro. Comprenden que existe ese límite, y están más que dispuestos a mantenerlo, porque ellos mismos han sido partícipes de la construcción de las reglas básicas de convivencia. Yo lo veo claro: no se trata de abolir toda norma, de dejarse llevar por el instinto. Siempre me ha parecido muy acertada la idea del contrato social y blablabla. Lo que no tiene sentido es obedecer a ciegas, sin plantearse nada. Negar sistemáticamente la capacidad de decisión a los niños, y pretender convertirlos en soldados dóciles y bien adiestrados. Para que perpetúen ese comportamiento a lo largo de su vida. Para convertirnos a todos en obedientes temerosos y acríticos.
 
·      La AUTONOMÍA. Profundizando en la idea de antes, un entrevistado señala la importancia de atreverse a  cuestionar la autoridad que viene de hecho. Salir de la rueda absurda del "porque así son las cosas" o "porque me lo dice quien sabe de verdad". Dicen también: "Que cada uno aprenda a ser artífice de su propio destino. Que cada uno decida." Y que "sólo siendo respetado en tu autonomía puedes saber qué quieres." Y plantean esta pregunta: ¿Queremos educar a las personas para que puedan adaptarse a la dura realidad, o para que tengan una mirada crítica y puedan influir en su entorno?

·      "Respeten a los niños". En definitiva, se trata de eso. De dar valor a los niños y los jóvenes. De compartir con ellos la tarea de organizarnos, de vivir, de educarnos, de crecer. De respetarnos.

"Hay una sola cosa que realmente es importante: el amor que nosotros les podemos dar a los niños. Si queremos una sociedad diferente, lo único que tenemos que hacer es amar a los niños, y que ellos aprendan a amar a otros. El conocimiento vendrá solo."

9 comentarios:

  1. Me lo guardo en marcadores para poder ver el documental, el post me ha encantado, es todo un MANIFIESTO y es gran parte de lo que siento/pienso/practico como profesional de la enseñanza.
    Me interesa muuucho el tema de la Educación Emocional, a ver si cuando me incorpore encuentro algún curso.
    Y sí, completamente de acuerdo, el amor se esconde, está prohibido, no se les debe tratar con amor porque te tachan de "sentimentaloide, poco profesional, esa va de madre", etc. etc. ya te imaginas por donde me lo paso y sigo dando cuanto puedo en las clases, mejor de más, que los chavales sepan que son muy importantes, que son "alguien en MI vida", lo prefiero a que crean que no me importan nada.
    un abrazo!!!

    PD: Te enlazo al twitter, GENIAL el post.
    PD2: te debo una carta, pero es que estoy escribiendo y te la quiero mandar bien, con una acuarelilla ;) jejeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y a mí me interesa tu opinión, una desde "dentro del sistema". jaja. estoy segura de que los alumnos que se vayan encontrado contigo tienen mucha suerte. gracias por el comment, me ha encantado. y espero esa carta con paciencia pero con ganas!

      Eliminar
  2. Después de leer esta pedazo entrada, sólo me queda comentar que aumentan exponencialmente mis ganas de visionar el docu y que creo que coincidiré en todo lo que dices (vamos, que sólo me queda estampar mi firma cuando vayan apareciendo los títulos de crédito para suscribir tus ideas). Ay... qué poco diverso es eso, ¿no?

    Por cierto, por si a alguien le interesa seguir echando un vistazo a este "lado oscuro" de la educación, ha salido hace poco este libro en una línea más testimonial y también sorpresiva: "Un bombero entre mariposas" (http://www.tximeleta.org/?p=35).

    Pues nada, a disfrutar de las cosas de la vida, a seguir cuestionándolo todo (pero TODO) y a seguir aprendiendo (o educándonos o lo que sea esto).

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias, guapa! Cuéntame si lo ves, porfa.

    ResponderEliminar
  4. Ha sido un perfecto resumen. Yo intenté hacerlo pero se me antojó demasiado grande y tenía que dedicarle mucho tiempo y volver a ver el documental. Lo pude ver proyectado en el cine el día después de que se estrenara y fue estupendo ver a tantas personas en la sala. A la mayoría los conocía: compañeros de la facultad de educación, gente que trabaja en el ámbito social... la mayor parte, personas que ya saben y cuentan con la información que el docu transmite. Me habría encantado ver a gente mayor, a políticos, a padres, muchos muchos padres y madres que lo vieran lo justo como para plantearse dos o tres cosas.
    Después de haber estudiado magisterio y psicopedagogía aprendes muchas de estas cosas. Estudias sobre Paulo Freire, sobre Montessori y tantos otros punteros pedagogos. Luego te dan una patada y te echan a las aulas reales, donde a menos que sean centros especificos que lleven esos programas, te encuentras a los niños, a los maestros y al sistema que bien describen en el documental.
    A lo que voy es a que para mí ninguna de estas ideas es nueva. Proclamo la educación a partir del amor, a partir del respeto y de la libertad. Creo en ese documental y me ha encantado recordar que pienso como ellos y que apenas me han descubierto nada. Sin embargo, sí que hay algo que me llevo nuevo. Algo que me ha hecho vibrar leyéndote y recordando: Existe y es posible. La utopía está viva en algunos lugares, solo hay que llevarla al corazón de la cuestión. Todos esos maestros, pedagogos, técnicos, profesionales, en suma, contándonos lo que hacen, lo que piensan y lo que está pasando y defendiendo el respeto al niño, su poder de decisión, la base de que el amor es lo primero y lo más importante, la certeza de que no se trata de enseñar ecuaciones sino emociones, ver eso ha sido un verdadero regalo. Ha sido lo nuevo, pese a que ya lo supiera.
    ¿Me entiendes?
    A mí también me encantó lo de "Pero yo ya soy alguien en la vida". Pensé mucho en los adolescentes, en lo desgraciados que los hacemos.
    En fin, tantas cosas.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Tienes razón. Es importante que el mensaje salga de los círculos que ya están motivados con el tema. Por eso tenemos que esforzarnos por difundirlo, cada uno en la medida que pueda. Ojalá las cifras que se manejan sobre los visionados del docu signifique que está calando "más allá". Muchas gracias por comentar, Lauri. Estoy segura de que eres una de las revolucionarias que están provocando el cambio.

    ResponderEliminar
  6. Enhorabuena, me parece "redondo". Lo que me salia mientras lo estaba leyendo: ¡¡¡OLE MI NIÑA!!!.Y te lo comento con la esperanza de que no te suene maternalista.
    Hay trabajo por hacer. Vamos a ello. Un abrazo.
    Por cierto me he guardado un par de fotos. Se puede?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muuuuucho trabajo. ;P. Sobre las fotos, yo me pregunto lo mismo cada vez que "adquiero" una del ciberespacio. Para compensar, suelo "linkarlas" a la web de donde las he sacado. Pero vamos, que of course. Coge las que quieras!

      Eliminar